Síndrome de Disfunción Masticatoria
La articulación temporomandibular es la que relaciona la mandíbula con el cráneo permitiendo la apertura y cierre de la boca, además de todos los movimientos que se realizan al hablar, comer, gesticular, etc.
De forma gráfica, se puede decir que la mandíbula «cuelga» quedando sujeta al resto de la cara por los músculos de la masticación.
Cuando los dientes no están colocados correctamente, al arcada superior no encaja adecuadamente con la inferior, lo que obliga a desviar la mandíbula para lograr un mejor ajuste entre las dos, forzando las articulaciones, entonces se produce la disfunción craneomandibular, que es un término acuñado por médicos para describir una serie de síntomas y signos que aparecen cuando se altera la función normal del aparato masticatorio
¿Por eso me duele la cabeza?
Una parte de la población presenta, sin saberlo, alguna alteración funcional en el sistema masticatorio que le origina molestias diversas. La sobrecarga muscular es la causante del 50 por ciento de los dolores de cabeza.
De este modo, algunas jaquecas tienen su origen en una sobrecarga de los músculos tanto faciales como del cuello provenientes de diversos factores, entre ellos el estrés, la artritis o los chasquidos de mandíbula. Cuando un individuo se siente fatigado, una manera de descargarse es apretando los dientes, incluso cuando se está dormido
Este excesivo roce de los dientes, y las fuertes presiones que ejercen sobre la mandíbula son otras causas que pueden originar los dolores tanto de cabeza como de oídos. Este roce de los dientes que los va desgastando poco a poco, es el Bruxismo.
¿Cómo se manifiesta?
Entre los síntomas más frecuentes están el dolor de oído, de mandíbula, de cuello, de hombros, de espalda o la pérdida de movilidad normal de la boca y la presencia de ruidos articulares con o sin dolor.
¿En qué consiste el tratamiento?
En una primera fase, una manera de atajar el problema, es colocando una «férula» que elimina la superficie de contacto causante de la decolocación de las articulaciones. Se trata de una placa de plástico rígido que relaja la musculatura al tiempo que disminuye la superficie de fricción consiguiendo que todos los dientes apoyen con la misma presión.
En una segunda fase, trataremos más específicamente cada parte del sistema afectado. Existen otros métodos para mejorar la posición de los huesos bucales. La ortodoncia, la prótesis o las simples limaduras dentales dan buenos resultados, siempre que se busque el perfecto encaje de los dientes.