Consejos en los primeros años de vida

Es importante tener en cuenta la salud bucodental durante los primeros años de vida

Cómo debo cuidar los dientes de mi bebé?

Los buenos hábitos de higiene bucal comienzan junto con la vida de su niño. Incluso antes de que salga su primer diente, ciertos factores afectan la apariencia y la salud que sus dientes tendrán en el futuro. Por ejemplo, la tetraciclina es un antibiótico que puede pigmentar los dientes. Por esta razón, no debe ser utilizada por madres que estén amamantando ni por mujeres embarazadas durante la última mitad del período de gestación. Debido a que los dientes del bebé aparecen alrededor de los seis meses de edad, los procedimientos normales de salud bucal, tales como el cepillado y el uso de hilo dental, no son necesarios en los bebés. Sin embargo, sí tienen necesidades especiales de salud bucal que deben ser conocidos por todos los padres primerizos. Estos cuidados incluyen: el evitar la aparición de caries de biberón, y el asegurar que su hijo reciba la cantidad adecuada de flúor, así como la limpieza de los dientes. con una gasa húmeda después de sus alimentos, siguiendo las instrucciones de su odontólogo. Nunca permita que el niño se quede dormido con el biberón o sin limpiar sus dientes.

¿Qué es las caries del biberón y cómo puedo prevenirla?

Las caries del biberón se presentan por una exposición frecuente y prolongada de líquidos que contienen azúcares. Entre ellos se incluyen la leche, los productos sustitutos de la misma y los jugos de frutas. Los líquidos azucarados se depositan en la superficie de los dientes por periodos prolongados mientras el bebé duerme, produciéndose caries que se desarrollan primero en los dientes anteriores superiores e inferiores. Por esta razón, no debe permitir que su bebé se duerma con un biberón de líquidos endulzados en la boca. En su lugar, a la hora de dormir, dé a su hijo un biberón con agua o el chupete recomendado por su odontólogo. Si usted lo amamanta, evite que su bebé tome el pecho continuamente, y siga las instrucciones del pediatra y odontopediatra. Y, después de cada comida, limpie los dientes y las encías del bebé con una toallita o gasa limpia y húmeda.
¿Qué es el flúor y cómo sé si mi bebé recibe la cantidad adecuada?

El flúor en cantidades apropiadas proporciona beneficios incluso antes de que aparezcan los dientes de su niño, ya que fortalece el esmalte dental de los dientes en formación.
¿Cómo debo cuidar los dientes de mi niño pequeño?

Transmitiéndole buenos hábitos de higiene bucal, que es una de las lecciones de salud más importantes que puede enseñarle. Esto significa ayudarlo a cepillarse por lo menos dos veces al día, mostrarle la forma adecuada de utilizar el hilo dental, evitar el consumo de alimentos entre comidas y llevarlo al odontólogo periódicamente. La mayoría de los odontólogos recomiendan que los niños comiencen a visitar el consultorio dental a los dos años. Esto ofrece la oportunidad de controlar el crecimiento y el desarrollo dental del niño, y le brindará a usted la oportunidad de aprender sobre el desarrollo de los dientes, sobre la necesidad de utilizar fluoruro, sobre cómo ayudar a su hijo a mantener una correcta higiene bucal, cómo resolver los hábitos bucales de su hijo (como el uso de un chupete), aspectos sobre la dieta y la nutrición, y cómo prevenir las lesiones bucales. Siempre comente que la visita al odontólogo es una experiencia positiva. Explique a su hijo que esto ayuda a mantener una buena salud bucal. Ya que se fomentará una actxtud positiva, que aumentará las posibilidades de que su hijo vaya al odontólogo periódicamente durante toda la vida.

 

¿Qué debo hacer cuando los dientes de mi hijo comienzan a erupcionar?

Los dientes comienzan a erupcionar alrededor de los seis meses de edad y continúan haciéndolo hasta aproximadamente los tres años. Esto provoca molestias en las encías de muchos niños, situación que los pone irritables. La molestia puede disminuirse con frotar las encías con el dedo, con una cucharita fría o un mordedor que haya sido colocado en el congelador. Existen también geles y productos analgésicos que pueden ser utilizados durante la erupción de los dientes de los bebés. Consulte al dentista o al pediatra acerca de estos productos. Si su hijo tiene fiebre durante la dentición, lo mejor es acudir al médico para descartar la posibilidad de otro tipo de trastorno.
¿Cuál es la forma correcta de cepillar los dientes de mi hijo?

Se aconseja la supervisión del cepillado de su hijo hasta los seis años, siguiendo las siguientes instrucciones:

Utilice una pequeña cantidad de crema dental (del tamaño de un guisante) con bajo nivel de flúor.

Verifique que sus hijos no se traguen la crema dental.

Utilice un cepillo dental con cerdas suaves, cepillando primero las superficies interiores de todos los dientes, donde se acumula más placa. Coloque las cerdas inclinadas hacia la encía y cepille suavemente dede la encía hacia el diente.

Limpie todas las superficies exteriores de los dientes. Coloque las cerdas inclinadas hacia la encía y cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.

Coloque el cepillo de modo que las cerdas estén sobre la superficie de masticación de los dientes. Cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.
¿Es el hábito de succión del dedo un problema? ¿Cómo puede tratarse?

El reflejo de succión es normal y saludable en los bebés. Sin embargo, si continúa después de haber erupcionado los dientes permanentes, entre los cuatro y los siete años, este hábito puede provocar problemas con el crecimiento de la boca y la mandíbula, así como con la posición de los dientes. La succión habitual del dedo hace que los dientes anteriores se dirijan hacia afuera ocasionando una mordida abierta. Lo cual puede ocasionar problemas en la edad adulta, tales como desgaste prematuro de los dientes, mayor cantidad de caries y molestia al morder. La succión de chupetes una vez que aparecen los dientes permanentes produce problemas similares. El mejor modo de resolver el hábito de succión (chupadedo) es a través del refuerzo positivo, sin utilizar palabras ni conductas negativas. Su hijo sólo está haciendo lo que le parece natural. Elógielo cuando no lo haga. Intente corregir la ansiedad que da origen a dicho hábito. El dentista o el pediatra también pueden recetar algún producto de sabor amargo para recubrir el dedo y evitar la succión o bien algún aparato que le recuerde que no debe succionarlo.


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